domingo, 15 de enero de 2012

San Agustín de Hipona

Cuando en clase he estudiado la obra de San Agustín, me he acordado de la relación que tiene con el mensaje del Evangelio: “Amaos unos a otros”, “La verdad os hará libres”,  “Yo soy el camino, la verdad y la vida”, “Dios es amor” . Siempre, que he ido a misa, esta ha sido una idea central que el sacerdote se
ha esforzado en transmitir. A mí me ha ayudado para comprender por qué se le llama a San Agustín Padre de la Iglesia.

Según San Agustín,  las personas sólo podemos encontrar la felicidad en Dios (“gozo de la verdad”). El amor y la felicidad se identifican porque provienen de Dios. Todo lo que se hace con amor es bueno porque es un reflejo de Dios. Pero no todos los hombres pueden ser felices, aunque este sea el deseo más importante de su vida, porque confunden lo que quieren con la felicidad y desean cosas que no tienen que ver con el amor a Dios. Quien ama la verdad, ama a Dios...La verdadera felicidad es eterna, por lo que sólo Dios nos hace felices. Tener un alma inmortal y llevar una vida virtuosa nos acerca a la felicidad; saber superar las tentaciones de los sentidos es fundamental para evolucionar como persona y parecernos a Dios.

También he descubierto que actualmente existen en España centros escolares donde, siguiendo las ideas de San Agustín, se enseña a los alumnos y alumnas a ser “personas felices”: “humanas y comprensivas, equilibradas y moderadas, libres y responsables, humildes y receptivas, interiorizadas y reflexivas, sinceras y transparentes, atentas y disponibles, esforzadas y estudiosas,  amigables y comunitarias, abiertas a la trascendencia”.

Página web:
http://www.colegiosanagustin-madrid.org/quienes/decalogo.html

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