Quienes mandan en los medios de
comunicación suelen utilizar técnicas para convencer y manipular y así poder controlar la opinión pública. También
dirigen nuestra atención sobre temas que no exigen mucho esfuerzo
para su comprensión, y nos entretienen con programas y noticias
superficiales, sin profundidad, sin intención de acercarnos a la
verdad, sino que la obstaculizan.
Las consecuencias de estas técnicas y
programas que se encargan de convencer o persuadir, es que la gente
se autoengaña y se acostumbra a estos mensajes, se fomenta la
indiferencia. Estos mensajes nos mantienen en el mundo de la
ignorancia y nos alejan de la posibilidad de salir de las sombras de
la caverna, para alcanzar el conocimiento que nos libere y nos
mejore. Es una forma muy eficaz de controlar la vida de las personas
y el rumbo del planeta, hasta el extremo de que la gente no quiera
salir de las “mentiras de la caverna”.
Un ejemplo de esto es la televisión y
su mundo de imágenes y anuncios, a través de los cuales aprendemos
lo que es justo, lo que está de moda, lo que hay que valorar y
rechazar, lo que hay que comprar, lo que está bien y mal, lo que es
bonito o lo que hay que pensar. También los videojuegos enseñan
estas cosas desde los primeros años de la persona y fomentan la
agresividad, la competitividad, la ley del más fuerte, el rechazo a
las personas diferentes por cultura, sexo, pensamiento político,
edad, religión, etc.
Por todo ello, el mito de la caverna de
Platón está muy presente en la sociedad actual y tiene mucho poder.
Gracias a una tecnología cada vez más sofisticada, forma que parte
de nuestras vidas en todo momento y circunstancias. En mi opinión,
es necesario aprender a usar e interpretar los medios de comunicación
de forma racional y crítica para no dejarnos llevar sin más por sus
mensajes engañosos y sus atractivos formatos digitales. Este
aprendizaje y actitud nos ayudará a salir de las sombras y
aproximarnos al mundo del conocimiento verdadero.
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